jueves, 6 de febrero de 2014

2. Testimonio.

1. Dos despidos intempestivos en periodismo


En El Observador.


En el debate entre periodistas, uno de los temas recurrentes es el maltrato, el despido y diferentes arbitrariedades que han sufrido siempre las mujeres y hombres de prensa.

Por eso me desagradan quienes salen al público a victimizarse. En verdad, solamente salen a publicitarse, ya que todos conocemos las reglas de que tarde o temprano, quieras o no, te tiene necesariamente que tocar y lo tienes que vivir.

En uno de estos debates asustó mi testimonio. Señalo a un alto funcionario del diario La República, Carlos Castro Cruzado; a otro del diario La Primera, Raúl Wiener; y a una señorita periodista, Blanca Rosales, señalada de importante militante del Partido Nacionalista y de su alianza de gobierno Gana Perú.

Entonces, para que no se pierda en una columna, le he dado forma de editorial. Pidiéndole prestado a mi amiga Begoña Ibarra el nombre su columna: "Testimonio".

Mi opinión es que son algunos periodistas, por las razones que sean, quienes finalmente se prestan a ser los cuchillos de sus propios colegas.

Y esa es mi experiencia de vida, que se, que se agravó para siempre, en el momento en que el Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas confiscó la prensa nacional para entregarla a los sectores organizados del pueblo. Eso hizo que periodistas, señalado en forma general, estuvieran de acuerdo del despido de sus colegas por motivos ideológicos.

Se acabó la frase: libertad de opinión, o de expresión, o de prensa. En ese primer momento, de 1974 a 1975, yo iba a La Crónica dirigida por Guillermo Thorndike, a quien conocía de siempre. La Crónica puede ser el mejor periódico que vi hacer en esta vida, trabajaban periodistas, fotógrafos, narradores, poetas, literatos y creo que hasta más de un pintor. Se respiraba una bohemia de la mayor intelectualidad posible, una maravilla. La estrella periodística fue Humberto “Chivo” Castillo Anselmi a quien acompañé dos veces a la sierra. En una oportunidad entrevistó a Julio César Mezzich Eyzaguirre en un pueblo más arriba de Andahuaylas. Y la segunda vez a Huayanay en Huancavelica.

Hacían unas comilonas, muy bien rociadas, que eran una fiesta. Se cocinó venado que nadie recuerda cómo apareció en la redacción. Ese fue el inicio de todo. Había que darle salida al venado y Dalma Inés Mikulicic, mi compañera, y la señora que trabaja con nosotros, quien conocía a una cocinera que sabía darle salida al venado, se encargaron del tema, que todos disfrutaron.

Una vez a la semana se convertía en la fiesta del gran diario dirigido por Thorndike a partir de cabritos de leche traídos especialmente para la ocasión. El “Chivo” Castillo después de gran polémica trajo uno de Trujillo, él mismo lo preparó y cocinó. Dalma y las dos señoras fueron sus ayudantes. El “Chivo” como siempre les ganó a todos. Una polémica sin sentido pero que fue exquisita fue la del arroz con pato, la enorme y gran discusión: el arroz con pato pero el tema ¿chino o nacional? Es decir, se hizo la competencia tanto por separado como el mismo día de pato pekinés enfrentado al pato criollo y allí comprendí que a los periodistas de a verdad, no les importaba que sean revolucionarios o contrarrevolucionarios, por las muestras de respeto, de aprecio y de afecto que le señalaban a un beltranista de siempre y para siempre, Federico La Rosa Toro, mi maestro, y de tantísimos otros, a quien llevaba a esas reuniones a pedido de Thorndike, y que eran de extraordinaria confraternización.

A Federico, más conocido como el ingeniero La Rosa, le tomaron foto, en realidad se tomaron montones de fotos, con la cantidad de fotógrafos que iban a las comilonas, pero una de Federico la Rosa se publicó y con mala leche se la mandaron se la mandaron a don Pedro Beltrán Espantoso, en ese momento ex dueño de La Prensa, quien estaba autoexiliado en Nueva York, y pasó todo lo contrario a lo esperado, se puso muy contento, porque además de no quitarle su trabajo en La Prensa a una persona de su mayor confianza, lo trataban excelentemente bien.

La estabilidad laboral en periodismo se perdió por decreto por la confiscación velasquista, y después el general Morales Bermúdez decretó que todos los velasquistas fueran expulsados de la prensa nacional y después la democracia con Belaúnde devolvió los medios de comunicación a sus dueños, pero decretó que los dueños tenían el derecho de botar a quienes quisieran y después Fujimori aplicó el neoliberalismo y ya no existe la estabilidad laboral.

Este es un trabalenguas de nuestra realidad que hemos vivido todos. Pero además en esta vida existe una realidad que escuché siempre desde niño: "si al dueño no le gusta tu cara, te bota".

El maltrato a los periodistas y sus sueldos de hambre y miseria, son de siempre, nada tiene que ver la concentración de medios. Yo no he trabajado en El Comercio, pero desde hace muchos años tiene fama de ser el que mejor paga.

Y sí he trabajado en La República, once meses, del 15 de enero de 1985 al 5 de enero de 1986, cuando este periódico tenía un tiraje de un cuarto de millón de ejemplares. Después los señores Mohme y Maraví entraron a disputar la propiedad absoluta del periódico, sin piedad alguna y se puede afirmar que mataron de hambre a sus periodistas, estos se fueron y los reemplazaron por practicantes y es lo que es en la actualidad, un periódico cuyos titulares no reflejan sus contenidos.

Recuerdo que en el momento en que Expreso se pasó al fujimorismo se contrató un restaurante al costado de la sede central de ese diario y allí firmaban su asistencia y cumplían su jornada de trabajo los periodistas quienes permanecían en ese local, prácticamente encerrados, ya que no podían abandonarlo. En tanto, fueron reemplazados por practicantes, comandados por la señorita Blanca Rosales, y así salió a las calles ese diario. Hasta que su antigua redacción fue echada a la calle... el rumor periodístico que todavía circula más de 20 años después: es que el hijo de Manuel Ulloa Elías le entregó el periódico al fujimorismo para evitar que la princesa Isabel de Yugoeslavia, ex mujer de su padre, le gane 50 millones de dólares de su herencia paterna, en el juicio que tuvieron en Lima y que finalmente ganó el hijo de Ulloa, este señor por su cercanía al montesinismo, casi va preso cuando se derrumbó el gobierno fujimontesinista.

No es verdad que la concentración de medios atenta contra la estabilidad laboral de los periodistas... nunca hemos tenido estabilidad laboral... sacan a uno de una redacción y todos voltean la cara.

Dos veces me han botado en periodismo. En mi facebook, tengo un montón de amigos con quienes hemos vivido el momento en que nos o en el que me botaron. O sea, como se dice: Mi testimonio tiene testigos. Y uno tiene fotografía, que acompaña este artículo.



LA PRIMERA VEZ QUE ME BOTARON: EL OBSERVADOR

Fecha: 1 de noviembre de 1983, feriado, día de todos los santos. Lugar: Av Pershing, Jesús María, al frente vivían los suegros del jefe de los terroristas peruanos, Abimael Guzmán. Ahora es el local central del Partido Perú Posible.

El diario El Observador, se había convertido en una cooperativa, entre abril y mayo de 1982, ante la fuga de su propietario, Luis León Rupp, envuelto en un escándalo financiero, del banco que presidía.

El periódico se mantuvo perfecto con todas sus limitaciones y errores. Era el primero y único a color. Sentíamos que era lo más bello que existía y lo hacíamos nosotros.

Y el día de todos los santos nos botaron, llevando maderos en las manos para agarrarnos a palos. Previamente, yo estuve una hora antes en la asamblea de ruptura. Era una provocación que estuviera presente, me había convertido en uno de sus mayores opositores. Permitieron que me sentara y que oyera. Me retiré con Margarita Muñoz, cuando allí se anunció que toda la redacción era incompetente, entre otros conceptos falsos y que ya tenían a nuestros reemplazantes. Siempre uno cree que su trabajo es el mejor, sobre todo cuando estás convencido que eres parte de una cooperativa en la que participas como dueño, y puede ser que sin motivo alguno te pongan en la picota, a la exhibición pública. En esa asamblea lo hicieron con compañeras y compañeros de trabajo. Y me dolió profundamente ese maltrato indebido como si fuera realizado a mí mismo.

Así fue que una hora antes después irrumpieron y nos botaron. Antes acordamos irnos y gritamos, nos vamos. Y con sus maderos, que ya había usado para pegarle a más de uno, gritaban que nos vayamos. Y dónde estarán estos que botaron a toda una redacción levantando palos. No sé, pero el jefe de ellos, quien los encabezó es un señor Raúl Wiener, actual mandamás de La Primera, quien está a la cabeza de quienes argumentan la existencia de una CONCENTRACION DE MEDIOS.
Y esto me hace recordar, que antes de ese hecho, en 1974, yo he escuchado que si Velasco se robaba La Prensa o El Comercio, aparte que no creían que la revolución o el dictador, según el gusto del opinante, haría eso, y decían que dejarían sus trabajos... mentira, se fueron a los que botaron.... decían que no irían a trabajar allí... mentira, trabajaron allí... el problema es que en la actualidad, el periodismo es un gremio dividido, que ya no tiene interés o posibilidad de formar periodistas. Los centros de trabajo ya no son canteras de formación de periodistas.

Mi recuerdo es que cuarenta obreros de nuestro taller, nos botaron de nuestro periódico. Toda la redacción expulsada. Es verdad que también existieron discrepancias ideológicas.

En el día de la ruptura, ellos entraron en la tarde a la fuerza a la oficina del director Pablo Truel y solo permitieron que ingresaran los dirigentes de la cooperativa. El objetivo era arrancarles la renuncia. Ellos gritaban que la redacción era bruta e incapaz.

El griterío era infernal y ya más de sesenta personas habían conformado un cerco en torno a la dirección, hasta que con Hernán Zegarra pudimos forzarlos a que dejaran un espacio libre para el tránsito. No tardaron en agredir a Nelly Apaza, en darle un puñete a Marcos Roncagliolo, en patear a Aldo Cámac. En faltarle el respeto a Margarita Muñoz y Marina Robles, cuando propiciaron un jaloneo. En un momento crítico, un grupo se llevó a Walter Pérez para darle una tunda, teniendo que ser rescatado por Michilot y Zavaleta. En medio de un griterío de váyanse, nos fuimos todos.

Allí murió El Observador, a los 7 días de haber cumplido los dos años de existencia. Ellos primero practicaron el pluralismo democrático y después el frente único de periodismo alternativo y popular. Tuvieron tres directores y cerraron el 27 de mayo de 1984.

Acompañamos a Truel en su aventura quijotesca de publicar diariamente El Observador Auténtico, teniendo como jefe de redacción a Víctor Tirado, hasta mediados de diciembre, en que cerró definitivamente. Inicialmente La República, por una gestión de Pepe Olaya y Lorenzo Villanueva, nos asiló y después nos acogió la Asociación Nacional de Periodistas.


LA SEGUNDA VEZ QUE ME BOTARON EN PERIODISMO: EL MUNDO

Fecha: 15 de junio de 1995. Lugar: Av Arequipa, sede del Canal 9 en el que funcionó el diario El Mundo, aunque el propietario es otro.

Ambos periodistas, Blanca Rosales y Carlos Castro Cruzado, ya tenía experiencia en hacer listas y botar colegas. El hombre me explicaba a modo de justificación, o ellos te botan o tú los botas, no hay otra a seguir. Decía que ya le había pasado en El Nacional. Y la mujer, se relamía de sus despidos, como si fuera sangre y ella Drácula. Le tomé distancia, no daré nombres para no faltarle el respeto a sus víctimas. El problema se presenta con esta narración que he contado mil veces, generando risas y que ya casi pasaron 20 años, es que los periodistas Blanca Rosales (Partido Nacionalista) y Carlos Castro Cruzado (La República), me pusieron en la segunda lista que armaron y van a decir que es por resentimiento... no les pedí quedarme a ninguno de los dos, ese periódico ya no daba más y es mejor irse cuando aparentemente funcionan bien las cosas y no es conveniente ser el último quien apaga la luz.

Ellos no saben que el periodista que dirigía el noticiero del 9, quería que me probara como presentador de noticias y eso no es lo mío, no me gusta la televisión, y mi práctica de vida es que yo me voy por la puerta por la que entré, no por los costados.

En verdad tomé la decisión de renunciar, pero mi amigo, el periodista Enrique Paredes Paz, me dijo que en ese tipo de trabajos te tienen que botar, no te puedes ir corriendo. Y su esposa Begoña Ibarra, me insistió que periodista que no ha sido botado, no es periodista.

Y es así que el 15 de junio de 1995, llegué a la redacción a las dos de la tarde, mi hora de entrada, era cierto que existía una lista de despidos, los despedidos, eran llamados a conversar con el nuevo gerente del diario, amigo del hijo del dueño, que usaba pantalones de cuero.

Por Dios santo, ese no me podía botar, pensé en todos mis muertos, que son un montón. No sabía qué hacer, a mi pata en el periódico, lo habían ya botado, solamente con su quincena. Así estaban las cosas.

Los cheques que se recogían en caja eran una miseria. Entonces a mi amigo le pedí que fuera a caja para que preguntara por mi cheque, le dijeron que sí estaba y lo fui a recoger, sin que nadie me dijera que ya estaba despedido y que tenía que ir a cobrar.

Y cuando vi las cifras de mi cheque, no lo podía creer. Mis ojos estaban iluminados, mi cuerpo estaba lleno de alegría y mi alma saltaba llena de felicidad. Nunca en periodismo me habían pagado una suma así. Unos días después me fui a Brasil, estuve casi un mes en Río de Janeiro. Gracias a mi Dios omnipotente que ese señor no me botó, él en la actualidad es el marido de Tula Rodríguez. No puedo creer que este señor haya sido marido de Gisela Valcarcel –un poco de amenidades no hace daño–.

No les dije bye-bye a todos. En verdad pensaba qué lechero que era, mientras agradecía a todos mis muertos. Y me dio por pasearme por toda la redacción, feliz y contento, con mi cheque en el bolsillo. Pensaba que a lo más que me podía pasar era que me mandaran guachimanes a botarme, no iba a oponer resistencia y no pasaba nada. Prendía cigarro tras cigarro. Y mi recuerdo es que solamente dos personas me hablaron esa tarde: Nelson Alvarado y José Miguel Cabrera. Un día antes, toda la redacción, ya sabía que me botaban, era el rumor, las chicas me miraban con pena, no quería incomodar ni tampoco quemar. Algunos mandaban miradas para que no me acerque.

En verdad, esa noche, el periodista, Edmundo Cruz, mostró que es en verdad un señor, un verdadero colega, delante de todos me llamaba para coordinar hechos y nombres, porque se estaba por aprobar la ley de amnistía del Grupo Colina. Y Edmundo redactó para el periódico los efectos de esa amnistía, que era liberar al Grupo Colina, y en verdad qué orgullo sentía cuando me llamaba a consultar información. Veía la cara de desagrado de Carlos Castro Cruzado (ahora en La República), coautor de la lista de despidos.

Regresando a la tarde de mi despido del periódico El Mundo, con mi cheque muy seguro en mi billetera, estaba feliz. Pero nadie me hablaba, ni me miraban, uno que otro nomás, y lo que era peor, no me gorreaban cigarrillos.

Y a pesar que les echaba humo a sus caras. Me acercaba a escuchar lo que hablaban y se daban vuelta. Todos los días llevaba tres cajetillas de cigarrillos a la redacción del diario El Mundo, de propiedad de canal 9, de cuando los Vera eran dueños. Y en verdad me reía porque tenía mi cheque muy seguro en mi billetera. Y veía a los colegas en actitudes vergonzosas para conmigo. Hasta dejaban de hablar si me acercaba. Era todo un apestado. Ahora siento vergüenza ajena por ellos y ojalá lean esto. No pasó mucho tiempo y los perdoné a todos. Si ellos por lo menos hubieran tenido un mínimo acercamiento de seres humanos les hubiera dicho que estaba feliz, quería ya irme de allí. Mi objetivo era despedirme lo mejor posible y ya se convirtió en una tontería esperar que me dieran esa oportunidad.

Y en eso llegó, en verdad no recuerdo quién y abrió su cajetilla de cigarros y todos pudieron fumar para calmar los nervios. Por primera vez gastó en cigarros. Y entonces me dije: "me voy, ya pierdo el tiempo acá". Y me estoy yendo y casi me cruzo en las escaleras con Blanca Rosales (Partido Nacionalista, en el gobierno) quien se suponía era mi amiga de años atrás, y en verdad al verme se asustó y trastabilló, en realidad el taco del zapato, como que se le dobló.

Entonces con voz fuerte le dije: "La próxima vez la que se caer eres tú" y me fui a canal 9, me despedí de los amigos, y al día siguiente cobré mi cheque y así me dieron un montón de plata, no sé si se equivocaron. Con menos de un tercio de mi indemnización estuve en Río de Janeiro para estar todo el día en la playa y ser feliz. No pasó mucho tiempo, el dueño cerró el periódico y varios periodistas denunciaron que ni siquiera pudieron entrar a sacar sus cosas personales de sus escritorios. Después la misma parejita se fue a La República, a botar gente, me contó un despedido. Antes Blanca Rosales botó gente en Expreso. Nunca hay que vanagloriarse de dejar sin trabajo a colegas y contárselo a quien finalmente vas a dejar sin trabajo. Esa será la moraleja.

Cuando ella estaba en La República, fui a ese diario, se me acercó a saludar con beso y todo, como si nada hubiera pasado, me criticó mi uso de sandalias y le dije “gracias, Blanca”, con la plata de El Mundo me fui casi un mes a Río de Janeiro. Y vi tan solamente que su cara se desdibujaba y en eso se alejó sin despedirse.



En la foto de Manuel Michilot están de izquierda a derecha, sentado escribiendo a máquina: Laureano Carnero Checa, Grover Ferreto, Hernán Zegarra, de pie Uriel Serrrano, de espaldas Marina Robles, una chica de publicidad, Marita Molina, Nelly Apaza y Fernando Barrantes. No salen en la foto, pero igualmente expulsados de la redacción: El Dr. Luis Jaime Cisneros, director fundador de El Observador, editorialista y columnista, Pablo Truel Uribe, presidente de la cooperativa y director de El Observador, el Dr. César Miró, columnista y editorialista, el Cumpa Donayre columnista y editorialista, Jorge Luis Recavarren, columnista y editorialista, Jorge Moral, columnista, Marlene Polo, jefa de archivo. Y la plana de redactores y fotográfos: Homero Zambrano (columnista), Marco "Rolo" Roncagliolo Berger, Rómulo Chuquimia, Fidel Zavaleta, Meche Franco, Jorge Bejar, Víctor Tirado (jefe de redacción), el "Conde" Alberto Velaochaga, Margarita Muñoz, Carolina Falconí, Patricia Saavedra, Norma Rojas, Dante Povis, Luis Ernesto Lisson Verástegui y su hermano, Aldo Camac Aramburú, Aquiles López, Otto Diaz, Luis Flores, Roberto Cortijo, Lucho Oyola, Lalo Archimbaud, el Flaco Moral y su hermano, Manuel Michilot (jefe de fotografía), y el secretario de la redacción Walter Pérez Palomino.




2. Testimonio: Municipalidad de Miraflores, el alcalde Jorge Muñoz Wells y los funcionarios al servicio de las constructoras, en contra de los vecinos y de sus propiedades

CONSTRUCCIONES QUE OCASIONAN LLUVIAS DE PIEDRAS SOBRE SU VECINO


Propaganda oficial, absolutamente falsa.



I. Carta Externa N° 15366-2014. Expediente N° 9670-2014


Sobre mi casa llueven piedras por la constructora vecina. Preguntado el alcalde Muñoz qué pasaría si eso sucede en su casa, se quedó absolutamente serio. Eso no le pasa al alcalde, eso le pasa al vecindario. 

En Miraflores, el Alcalde bien gracias, está mirándose en su espejito mientras sobre mi casa cae una lluvia de piedritas, una que otra grande, contundente, con diversos tipos de clavos, algunos enormes y oxidados, junto con tierra, cemento, y agua. 

No es un hecho de la Dimensión Desconocida que nos puede llevar a creer que una nube extraña y desconocida está posada encima de mi techo. No, para nada. Todo es culpa de la construcción de un edificio, que está exactamente al costado derecho de donde vivo. Se habla con el responsable, se conversa, se exige... no es posible que todas esas cosas caiga sobre tu domicilio, como si fuera una paraca, tal vez algo parecido a una granizada, que te está matando tu jardín y que ya no es recomendable usar la puerta falsa. 

Tampoco es seguro cuadrar un automóvil, en el estacionamiento propio de la vivienda. Todos los días a toda hora están en buenas migas la policía municipal con quienes están en la obra.

No es visible que una autoridad de la poderoso y multimillonaria Municipalidad de Miraflores, se preocupe de oficio de los vecinos perjudicados. 

El señor Alcalde de Miraflores, el abogado Jorge Muñoz Wells, de Somos Perú, de quien esperamos que no vaya a la reelección, no tiene en verdad razón alguna para tener conocimiento de este tipo de situaciones, es un hombre muy importante, y no es posible que le pueda importar la situación surgida entre un constructor de un edificio y un vecino.

Tiene por todo el distrito, colocados una serie de carteles tontos absurdos, sobre ecología, ciudad sin ruidos y otras mentiras. El peor de todos los carteles es el que le echa la culpa a la Municipalidad de Lima de los problemas surgidos con la construcción de edificios. Las autorizaciones las da Lima. Él no tiene culpa de nada. En verdad, este alcalde no da muestras, ni interés de por lo menos dar directivas concretas sobre toda una serie de situaciones.

Miraflores es un distrito que congrega a gran parte de los turistas extranjeros que están en el país, principalmente a los encaminados a Machu Picchu. Es pues un lugar en que se mueve dinero. Y lógicamente se ve pues policía municipal o serenos por todos lados. Y es visible que los inspectores municipales van por todos lados. 

Me parece que no hay corrupción que todo es inocuo y cristalino. Sin embargo, es una obligación municipal cuidar que se proteja con mallas, la propiedad de los vecinos, cuando se está construyendo edificios.

Mi vecino constructor incumplió su promesa de poner mallas, día tras día, de pronto llovió piedras en Miraflores, solamente sobre mi casa. Para las quejas tienes que ir al palacio municipal, para que verdaderamente te hagan caso, pero la meta tampoco es clausurarles la obra, sino que acaben lo antes posible y que se vayan. Decidí, ya por segunda vez, ante ya hubo problema serio y por teléfono nomás a Alerta Ciudadana de Miraflores. Buena disposición, muy buena atención de la señorita que me recibió mi llamado o queja. Prometió mandar de inmediato a un inspector. Esperamos y seguimos esperando, pasaron los minutos, la media hora, tres cuarto de hora, dos horas.

Vuelvo a llamar a Alerta Ciudadana y la señorita, tan gentil, me dice ya estuvo el inspector, dice que ya habló con usted, que usted ya dio su conformidad.

Increíble, no es verdad, no tengo el don de la ubicuidad, en todo caso, si eso fuera verdad, no volvería a llamar.

La señorita comprende que está transmitiendo una mentira, en la que ella nada tiene que ver, y me pasa de inmediato con un señor que me dice que su compañero de trabajo está en la puerta de mi casa. La locura yo no veo a nadie. No sé cómo, pero casi como un aparecido se presentó el inspector, sumamente correcto, con la apariencia de ser muy buena persona.
El vecino acababa de poner malla protectora.

Ya vino antes este inspector y no solucionó nada, ya que era una exigencia hablar con su ingeniero jefe, a quien llama Jiménez, en la propia sede municipal. Ante esta situación de nada de nada, preferí arreglar de palabra con el ingeniero constructor del edificio. Algún día, arreglara todos los maltratos que le está causando a mi casa.

Pero qué curioso todo esto que me sucedió en la mañana del viernes cuatro de abril de 2014 y que es "Extraño muy extraño", tal y cual, como lo escribía la periodista Zizi Ghenea. Ya habían puesto una malla, cuando apareció el inspector y así tomo sus fotos con la malla recién puesta. Entonces, ya no hay problema alguno, salvo mi testimonio. Todavía, cae alguna piedrita y ya encontré tres clavos. En Miraflores por la inercia de las autoridades municipales, en tiempos del Alcalde Muñoz Wells, cae en cualquier momento sobre tu casa, piedras y clavos del cielo, no es de la obra en construcción en terreno vecino.

Todo aparenta estar muy bien hasta que te construyen un edificio al costado.

II. Carta Externa N° 17192-2014. 


Acabo de presentar la siguiente queja al Alcalde de Miraflores, Jorge Muñoz Wells, quien parece que esta, él y la Municipalidad de Miraflores, pintados en la pared. 

El edificio que se construye al lado de mi casa, persiste en seguir dañando a mi propiedad. Y no pasa nada, nada de nada: "ante usted insisto que disponga a la persona correspondiente que indique que es ante usted insisto que disponga a la persona que indique que es en verdad lo que se tiene que hacer en la Municipalidad de la que usted es Alcalde, para lograr que la construcción de un edificio en un terreno colindante con un inmueble que tengo en copropiedad con mi padre y mis dos hermanas, no persista en seguir dañando nuestra propiedad”.

“La situación señalada en la carta anterior no tiene cambios”.

“Frente a esta situación está quedando demostrado que la Municipalidad de Miraflores, no tiene mayor interés por los vecinos del distrito”.

“Verbalmente se me informó que un funcionario de la Municipalidad (que es un ingeniero) se apersonaría lo antes posible a mi domicilio, para constatar los daños en el inmueble, realizados por la constructora del edificio colindante”. 

“Hasta el momento nada”.

“Señor Alcalde dejo esta carta en la Municipalidad de Miraflores, para que quede constancia de la inercia e inoperancia municipal FRENTE AL RECLAMO DE LOS VECINOS y que hasta el momento, todo persiste en permanecer igual, siguen cayendo piedras, clavos y cemento, entre otros sobre mi propiedad. Aparte de daños que tienen que ser evaluados por profesionales. Sin otro particular".

III. Carta Externa N° 6955-2015 

Señor Alcalde de Miraflores
Jorge Muñoz Wells
Ciudad.-

Me presento a su despacho para señalarle la inoperancia e inacción de la Municipalidad de Miraflores, de la que usted es Alcalde, ante la constructora Las Acacias que ha construido un edificio de cuatro pisos y de ocho departamento, en un área de 400 metros cuadrados, al costado derecho de la casa ubicada en el distrito de Miraflores.

Las actividades de esta empresa se iniciaron el 10 de junio de 2013 y desde entonces hasta la fecha, solamente hemos tenido perjuicios y daños sobre nuestro inmueble. Incluso se nos ha agredido verbalmente con lisuras y hasta se me ha enviado una carta notarial intimidatoria para no apoyar los reclamos justos de una señora vecina.

Luego se nos ha amenazado con demandarnos judicialmente.

Es en verdad increíble que las personas que somos vecinos de Miraflores, no solamente somos perjudicados en nuestra propiedad, sino que además somos amenazados y aquí, en Miraflores, no pasa nada.

Es como si una mafia se hubiera apoderado de nuestro distrito.

He presentado reclamos telefónicos, escritos y con otros vecinos, afectados por la misma empresa constructora, he acudido a las Audiencias de los Miércoles que usted preside.

Antes de las elecciones del año pasado, usted dijo delante de todos los presentes, pero refiriéndose al tema que planteábamos, de los daños materiales que se nos ha ocasionado: "No podemos dejar abandonados a los vecinos".

Antes de la Navidad, retornamos por una vez más, ya son más de seis veces que asistimos a la Audiencia de los Miércoles que usted preside, por varios temas. Pero el que es agravante en ese momento y en este momento es que rompen, taladran pulen paredes y fierros, generando una polvareda que contamina el medio ambiente.

Y de diciembre a la fecha, la Municipalidad de Miraflores, no hace nada. 

Esa polvareda, mata el jardín externo y externo de mi propiedad inmueble. Ensucia toda la casa. El polvo se mete al interior de la casa aunque todo esté cerrado. El aire es irrespirable. La fachada de mi casa, el patio, el techo y los jardines quedan cubiertos por una capa de polvo. Igualmente nos afecta la salud, en lo personal tengo una continua carraspera.

Es casi como si viviéramos al lado de una mina o de una cantera y solamente estamos a la espalda del Ovalo Gutiérrez, en nuestro distrito, Miraflores.

¿Qué podemos hacer señor Alcalde?, qué puede usted decirnos para que no tengamos que vivir en estas circunstancias tan alejadas a la civilización.

Y por eso es que llamamos por teléfono, vamos a la Municipalidad y ya como un nuevo recurso envío a usted esta carta.

Bueno, usted nunca respondió a mis cartas anteriores.

La razón específica de esta carta, es que esta mañana de ayer martes 24 de febrero de 2015, se levantó una gran polvareda en el edificio que ya construyeron pero que siguen modificando a pesar de ya tener un piso habitado.

Esa polvareda ha ensuciado todo y en el barrio hasta ahora se siente el polvo a la hora de respirar, seca los labios. Ojala que sea una contaminación ambiental del momento.

Esta mañana a pesar que se ha baldeado y se ha echado cera, nuevamente el polvo que cayó ayer está muy difícil de sacar. Y las pobres plantas ojala puedan resistir y ojala que no se mueran. 

Ayer marte 24 de febrero, llamé por teléfono a la Municipalidad por ayuda y me contesto la central telefónica, una señora agradable quien me trató muy bien y me derivo a control y fiscalización, me atendió una señorita, quien dijo que iba a mandar a un inspector. El anexo de la oficina quedó ocupado y cuando por fin dos horas después me atendieron, me dijo una voz masculina, que no se iba a mandar ningún inspector porque no estaba registrada la denuncia.

No comprendo que pasa en la Municipalidad de la que usted es Alcalde reelecto.

Le reitero señor Alcalde Muñoz que en la Audiencia de los Miércoles, antes de la Navidad se presentó verbalmente la denuncia de la continua contaminación ambiental y los daños que presentan nuestras casas.

Está visto que no les importa a los funcionarios de la Municipalidad de Miraflores que nos inunden nuestras casas, la calle y el medio ambiente con polvo, partículas de paredes, y trozos pequeños de las paredes que están transformando.

Mandaron antes de la Navidad, a un arquitecto diferente a los otros arquitectos empleados de la Municipalidad para que viera los problemas de la contaminación ambiental y los daños generados y hasta el momento no realiza informe alguno.

Ya antes hemos tenido problemas con estos informes de los arquitectos, porque demuestran una cordialidad excesiva con uno de los propietarios del edificio ya construido pero en constante modificación. Incluso a uno de ellos de apellido Galarza no le permitió inspeccionar mi casa, llamándolo a conversar, realizando un gesto con la mano, para llamarlo. A pesar que había sido designado en una audiencia de los Miércoles.

Otro arquitecto de apellido Jiménez si entró a mi propiedad, pero a la fecha, más de cinco meses, no se me notifica su informe.

Es mi obligación señalarle que existe una arquitecta que constata los límites de esta casa. He de suponer que esta señora, es la que el maestro de obras de la construcción del edificio hacía pasar a mi casa. Esta mujer mal vestida y que casi no mostraba la cara, no podría identificarla, por la cubría con un sombrero y la veía trepar por una escalera, nunca se identificó, nunca dijo quién era. Ellos, el maestro de obras t sus acompañantes me decían que era de la Municipalidad. Yo traté varias veces de hablar con ella, pero no aceptaba tener conversación conmigo. Me parecía una delincuente, no una profesional. 

Frente a esta situación sumamente delicada en que estamos comprobando que la Municipalidad de Miraflores resulta inoperante para una pequeña construcción en 400 metros cuadrados, le agradeceré señor Alcalde Muñoz que actué con claridad o designe a una persona que pueda hacerlo, a la brevedad posible.

Por tanto, pido a Ud. acceder a lo solicitado.

Atentamente 

Fernando Barrantes Rodríguez Larraín

El alcalde Muñoz, en las audiencias semanales con los vecinos realizadas los miércoles durante el año 2015, atiende, escucha, a sus funcionarios les pide que no dejen solos a sus vecinos: "No podemos dejar solos a los vecinos". Pero la verdad es que ni el alcalde ni los funcionarios hacen nada, por gusto perdí una decena de mañanas del 2015. Nada de nada.


IV. Carta Externa N° 10555-2014

Lima 24 de marzo del 2015, Señor Alcalde de Miraflores, Jorge Muñoz Wells

Ciudad.-

Me presento a su despacho para que ordene a quien corresponda se me notifique a la brevedad posible los informes que da cuenta la empresa La Acacia de Inversiones SAC que nunca me han sido notificados y que a partir de ellos, han pedido, la conformidad de obra, lo antes posible.

Me he enterado de esta solicitud y de la existencia de otros documentos, porque una persona en forma anónima los ha dejado en mi casa, espero que sea un empleado de la Municipalidad de Miraflores, cansado de tantas irregularidades y que la vio señaladas en el facebook de la Municipalidad.

La conformidad de obra esta tramitada en el expediente: Exp. N° 9670-2014 y en la solicitud 2125-2015, del 6 de febrero del 2015, se señala:

1.-Informe del inspector Christian Levi Inga Izquierdo que puntualiza daños en el inmueble que conjuntamente tengo en propiedad con mi padre y mis dos hermanas.

A partir de este informe la empresa constructora del edificio colindante con mi propiedad, señala en esta solicitud una serie de falsedades. Entre ellas, ésta el hecho que jamás he cruzado una palabra en esta vida con el señor Álvaro Cassina Ramón. He conversado con su hermana de nombre Isabel, ambos son hijos de un abogado que fue presidente de la Compañía Peruana de Teléfonos, quien está señalado por el vecindario como el verdadero dueño de todo. No sé nada más de esta familia, que tanto daño y perjuicio ha causado a la casa en que vivo.

Ha representado siempre en el vecindario. a la familia Cassina, padre y más de media docena de hijos, el ingeniero Ranulfo Martín Díaz Masías, quien 6 de febrero del 2013 presentó declaración jurada como el responsable de la obra. Este ingeniero no tiene mucha capacidad para conversar y ha tenido que ser reemplazado por la señora Isabel Cassina Ramón, con quien no he llegado a ningún acuerdo, a pesar de sus insistentes disculpas, pero el tema no es de disculpas, sino de la efectividad para corregir los daños.

Es por esta situación que he presentado una serie de reclamos telefónicos, reclamos escritos y he acudido a las Audiencias Vecinales de los Miércoles, que usted, señor Alcade Muños Wells, preside.
Todo se encuentra entrampado y sin solución.

Este entrampamiento es por la ineptitud e inoperancia de los funcionarios que usted tiene como brazo derecho en las Audiencias de los Miércoles. En realidad son burócratas de escritorio que viven de informes de otros empleados y cuando tienen que tratar con la empresa, lo hemos visto los vecinos, me limitaré a señalar que exageran el respeto. Uno de ellos el señor arquitecto Galarza, no entró a inspeccionar mi casa, tal y como estaba dispuesto en una audiencia de los miércoles, en la que participó la funcionaria Corvacho Becerra, porque lo llamó con un gesto con la mano el señor Álvaro Cassina Ramón, en plena calle, en la vereda, delante de todos. Muy dócilmente el funcionario de la Municipalidad de Miraflores, fue a conversar con el representante de la constructora.

2.- En esta misma solicitud de la empresa La Acacia señala en su punto diez que el 15 de setiembre recibieron la carta N° 2420.2014-WSGFC-GAC/MM en la que se les informó que faltaba culminar con la limpieza final en el corredor colindante con la obra y el mantenimiento de bisagras en la puerta principal.

No he sido jamás notificado en el sentido que en mi casa tenía un problema de limpieza y de mantenimiento de bisagras. De ser verdad, que existe un informe en este sentido, realmente los funcionarios de la Municipalidad de Miraflores, son unos mentirosos, porque esa no es la realidad del inmueble porque el que estoy presentando queja tras queja, con una verdadera continuidad de queja en el tiempo.

He de suponer, que ese informe le pertenece a un funcionario de apellido Jiménez, que a diferencia del arquitecto Galarza, si entró a inspeccionar la casa en que habito, pero cuyo informe jamás me ha sido notificado. Yo espero que este arquitecto Jiménez, no haya puesto que en mi casa tan solamente existe un problema de bisagras de puerta.

Señor Alcalde Muñoz en verdad ya nada me sorprende de la Municipalidad de Miraflores, el miércoles 4 de marzo, en la Audiencia Vecinal, la señora funcionaria Viviana Castañeda Ames, coordinadora de supervisión y de control de obras de la Municipalidad de Miraflores, quien antes trabajo en la Municipalidad de San Isidro, se mostró como una verdadera burócrata dorada, tal y como los describía en los años sesenta el diario La Prensa. Es en verdad funcionaria de escritorio, que en la audiencia municipal del 4 de marzo me trató de mentiroso.

La funcionaria Castañeda negó que sea cierto que en el edificio que ya está construido se siga realizando trabajos. Me trató de mentiroso una vez, y volvió a hacerlo de inmediato cuando me dijo que ningún inspector había ido a mi casa antes de la Navidad y que por tanto no había emitido un informe. La mentirosa es la funcionaria Castañeda, de acuerdo a la carta de la empresa La Acacia, que señala al inspector municipal de nombre Christian Levi Inga.

Estaba presente otra burócrata dorada la señora, Raquel Flora Oré Canelo, igualmente con experiencia en la Municipalidad de San Isidro, quien en Miraflores se desempeña como subgerente de licencias de edificaciones privadas, quien en el clímax de la incompetencia, dijo que recién trabaja en Miraflores hace un año y medio, entonces ella no es responsable de nada de nada y de nada, pero todos los meses, aceptó que cobra su salario con absoluta puntualidad.

Existe una tercera burócrata dorada en toda esta historia, la señora Gloria Corvacho Becerra, subgerenta de fiscalización y control, subgerencia que no funciona, ni sirve para nada cuando los vecinos acuden a ella. Y señalo esto como un testimonio personal. Hay que ir a Participación Vecinal, en el primer piso, por lo menos atienden muy bien y mandan a un inspector, que llega tarde o a tiempo para que en la obra cubran todas las huellas que afectan al vecino.

En verdad señor Alcalde Muñoz Wells,es muy grande la decepción que genera su administración municipal. Miraflores es un distrito que lo tiene toda pero que la incompetencia está logrando que todo camine mal, a los ojos de los vecinos, sin solución alguna. Comprendo que para usted sus funcionarias Castañeda, Oré y Corvacho, sean parte de la más alta élite de Lima, en inteligencia, instrucción, capacidad, y trabajo, pero la realidad muestra todo lo contrario.

Por tanto, le agradeceré señor Alcalde que se me notifique lo solicitado.

Atentamente

Fernando Barrantes Rodríguez Larraín.

Pura fachada. Todo muy bonito por fuera, nada por dentro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario